El estilo indirecto es aquella modalidad narrativa en la que el narrador se apropia de la voz de los personajes, para editarla de manera subordinada a su propia posición. Con esta suerte de gesto, la cultura contemporánea intenta paliar una deficiencia muy concreta: la urgencia de futuros.
En efecto, mediante un estilo indirecto, distintos episodios pasados, cargados todavía de esperanza y posibilidades para proyectarlos hacia el mañana, son revisados y reformateados al modo de rememoraciones capaces de asaltar el presente, sacudir la linealidad de la historia y abrir ensoñaciones futuras.
El medio fotográfico, mediante la utilización del collage que recompone retazos de materiales, de narraciones y de geografías, se ha convertido en un eficaz instrumento para ensayar esta impaciente (re)construcción política de nuevos horizontes. La exposición "Estilo indirecto" reúne distintos trabajos resueltos en esta tensión entre la memoria y la predicción.